Unos 70 países acuerdan en París revisar las formas de construcción por el cambio climático
Al menos 70 países acordaron el viernes revisar y adaptar las formas de construcción de edificios para frenar el calentamiento global y protegerlos de las contingencias climáticas, anunciaron la ONU y el gobierno francés.
El primer "Foro Mundial sobre Edificios y Clima", que se inició el jueves, fue co-organizado por la Agencia de la ONU para el Medio Ambiente y el gobierno francés y concluyó con la "Declaración de Chaillot", en referencia al palacio donde terminó la cumbre.
En la reunión participaron los ministros de Medio Ambiente o de Construcción de los países firmantes, entre ellos Estados Unidos y Arabia Saudita, pero no China.
El objetivo es descarbonizar la industria de la construcción, altamente emisora de gases de efecto invernadero, responsables del aumento de las temperaturas mundiales.
También se busca aumentar la resistencia de los edificios ante las tormentas, inundaciones y olas de calor que aumentan, especialmente en los países más vulnerables del sur.
Constructores, arquitectos, ingenieros, oficinas de diseño, industriales de materiales o de construcción, diplomáticos o donantes internacionales se reunieron desde el jueves.
La construcción es un sector "donde las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero siguen aumentando" y "no va por buen camino para alcanzar la descarbonización de aquí a 2050" y respetar el acuerdo de París sobre el clima de 2015 (COP21), afirmó la declaración.
La ONU prevé una duplicación de las superficies construidas de aquí a 2060 en el mundo, así como la casi duplicación del consumo de materias primas, la mayoría de las cuales se dedicarían a la construcción.
Actualmente el sector es responsable del 21% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y del 37% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía.
También representa 34% de la demanda energética y capta la mitad del consumo mundial de materias primas, según la declaración.
Además, las demoliciones y renovaciones generan 100.000 millones de toneladas de residuos cada año, la mayoría de los cuales no son reutilizados, y el 35% terminan en zonas donde son enterrados.
Entre los compromisos asumidos por los participantes figura la prioridad concedida a la renovación sobre la construcción nueva, para reducir el uso de recursos no renovables y aumentar la eficiencia energética.
La declaración indica que se requiere ahorrar agua y energía y reducir en lo posible las instalaciones de aire acondicionado.
También señala que se debe privilegiar la circulación de aire en el interior de los edificios y desarrollar la formación de la mano de obra para realizar esta tarea.
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