La producción de cereales en 2023-2024 batirá récords, según las previsiones
Para 2023-2024 se prevé una cosecha de cereales récord, con las producciones de maíz y de arroz al alza en un mercado todavía tenso, pendiente de la influencia del fenómeno meteorológico de El Niño y de los riesgos ligados a la guerra en Ucrania.
El International Grain Council (IGC), que agrupa a los principales países importadores y exportadores prevé, dejando el arroz a parte, una producción de 2.300 millones de toneladas de cereales (maíz, trigo, cebada, sorgo...), en leve alza respecto a la campaña de 2021-2022, que precedió al difícil año de 2022-2023 a causa de la sequía, según las estimaciones publicadas en julio.
La producción de maíz continúa creciendo, con una estimación de 1.220 millones de toneladas (un crecimiento interanual del 5,5%), sobre todo por el aumento de las superficies dedicadas en Estado Unidos y a la buena cosecha que se espera en Brasil.
El IGC calcula que la producción mundial de maíz, el cereal más consumido por los seres humanos junto con el trigo, será de 527 millones de toneladas, un 2,5% más que en la campaña anterior.
En cambio, la organización prevé que la producción de trigo baje a 784 millones de toneladas, un descenso del 2,4% respecto al año pasado, en el que las cosechas rusa y australianas fueron excepcionales.
- Tensión por el trigo duro -
"La tensión en el (mercado del) trigo se debe a que las previsiones de consumo son superiores en 20 millones de toneladas, a las de la producción", explicó Damien Vercambre, corredor del gabinete Inter-Courtage.
La demanda del maíz es aún mayor, con un consumo al alza de 30 millones de toneladas en un año, que quedará cubierto por una importante producción.
El aumento del consumo de un alimento principalmente destinado al ganado se explica por "la vuelta de Asia al crecimiento, donde los consumidores comen más carne en cuanto su nivel de vida se lo permite", apuntó Vercambre.
En cuanto al trigo, la tensión en el mercado obedece también a los volúmenes de las reservas. Según el último informe mensual de la secretaría estadounidense de Agricultura (USDA), las provisiones de trigo en los grandes exportadores son de unas 55 millones de toneladas (un nivel mínimo en diez años), mientras que la producción "no avanza enormemente desde hace tres años", señaló Sébastien Poncelet, especialista en cereales del gabinete Agritel.
También hay que tener en cuenta los avatares del clima y los riesgos geopolíticos, incluyendo los bombardeos rusos en los puertos ucranianos desde los que se exportan granos.
Pero, tras una sequía intensa, los riesgos climáticos en las grandes llanuras cerealeras norteamericanas han disminuido. "Actualmente, la zona más seca es la de los cultivos de trigo duro en Canadá, que exporta casi 5 millones de toneladas anuales", indicó Poncelet.
- Existencias holgadas de arroz -
En Asia, lo que más preocupa es la influencia del fenómeno climático El Niño, en general asociado a un aumento de las temperaturas mundiales.
Pero, de momento, no se ha constatado ningún impacto relevante en el arroz.
Aún así, India, que realiza el 40% del comercio mundial, tomó medidas para prohibir la exportación de arroz blanco no basmati, con el fin de "garantizar" su abastecimiento y "atenuar el aumento de los precios en el mercado interno".
Esta decisión podría alentar la inflación, con unos precios que ya registran una "subida interanual del 30%", advirtió Patricio Méndez del Villar, especialista en arroz y economista en el Centro de Cooperación Internacional de Investigación Agronómica para el Desarrollo (Cirad).
Con todo, hay unas "existencias holgadas" de arroz, equivalentes al "37% del consumo anual", en comparación con el 25% que había durante la crisis de 2008, apostilló.
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