Bélgica, ante la difícil tarea de enfrentar la propagación de mapaches
El guardabosques Thierry Petit, en el sur de Bélgica, ya no logra atender a todos los pedidos que recibe para eliminar mapaches, una especie invasora que ya se considera como una amenaza para la biodiversidad local.
"Ya no podemos responder a todas las solicitudes", dijo Petit a AFP en un parque forestal en Tenneville, en la región belga de Valonia.
Los mapaches, animales omnívoros caracterizados por su máscara negra y cola anillada, aparecieron en Bélgica en la década de 1980, y se estima que actualmente ya suman decenas de miles de individuos.
La bióloga belga Vinciane Schockert dijo a AFP que una parte de la población de mapaches proviene de Alemania, donde la especie fue introducida alrededor de 1930 para la producción de pieles.
Pero en la actualidad los guardias forestales son constantemente llamados a actuar ya que los mapaches destrozan jardines en áreas urbanas y hasta ingresan a viviendas en busca de comida.
"A partir de 2005 hemos visto un aumento en las huellas a lo largo de cauces de agua y se tornó más común ver mapaches víctimas de atropellamientos en las carreteras, un indicador de que la población está creciendo", dijo Schockert.
La especialista conduce una investigación para medir el impacto de este aumento de la población de mapaches sobre especies sensibles, como aves que hacen nidos a orillas de los cursos de agua.
Ante esta proliferación, las autoridades de la región valona han anunciado que están preparando un plan de acción.
"Es un animal que tiene una cara simpática. Pero las especies exóticas invasoras (...) son una de las cinco principales causas de degradación de la biodiversidad a escala mundial", dijo la ministra valona de Medio Ambiente, Céline Tellier, durante una entrevista con AFP en la ciudad de Namur.
- Evitar la propagación -
Se trata de "sensibilizar a la población con acciones sencillas: evitar alimentar a los mapaches, proteger las entradas a las casas por la noche, y una serie de medidas para no agravar la situación", señaló.
En la actualidad, dijo Tellier, "la especie está tan extendida en nuestro territorio que debemos aprender a convivir con ella, pero al mismo tiempo aprender a gestionarla en los lugares donde plantea más problemas y evitar su propagación".
Simon Taviet, un cazador en la región de Ciney (sur), coloca regularmente su trampa para mapaches.
Esa mañana, cuando realizó un recorrido, uno de esos animales estaba atrapado en la jaula. El joven de 18 años, armado con un rifle, disparó contra el animal.
"Limitamos su presencia por las enfermedades que pueden transmitir, y los daños que pueden causar a los cultivos", dijo Taviet, quien fue mordido en un dedo por un mapache que atacó a su perro durante una cacería.
Para Benoît Petit, presidente de la principal asociación belga de cazadores, "es hora de que la región valona organice un servicio de captura de mapaches".
La idea, añadió, es "limitar la explosión demográfica y la expansión geográfica" de los mapaches.
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