Con Trudeau bajo fuerte presión, Ontario declara "ilegales" las protestas de camioneros
El gobierno de Ontario, epicentro de la protesta contra las medidas sanitarias por el covid-19 en Canadá, declaró este viernes el estado de emergencia en esa provincia debido a las manifestaciones "ilegales" iniciadas hace dos semanas, mientras el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quedó bajo presión por exigencias de Estados Unidos para desbloquear pasos fronterizos.
"Tomaremos las medidas que sean necesarias para garantizar la reapertura de la frontera. Y a los asediados residentes de Ottawa les digo que nos aseguraremos de que puedan volver a la vida normal lo antes posible", dijo el gobernante conservador de la provincia de Ontario, Doug Ford, en una conferencia de prensa para declarar el estado de emergencia.
Ford amenazó con multas de hasta 80.000 dólares y penas de cárcel para los manifestantes si no deponen lo que calificó de "ocupación ilegal"
- Golpe económico -
El centro de la capital federal canadiense, Ottawa, lleva dos semanas paralizado por cientos de camiones y una multitud de manifestantes que exigen el levantamiento de todas las restricciones y exigencias sanitarias anticovid y se niegan a levantar la protesta.
Asimismo, los manifestantes bloquean el puente binacional Ambassador, un eje comercial esencial que conecta Ontario con la ciudad estadounidense de Detroit, en el vecino estado de Michigan.
Más del 25% de las mercancías exportadas entre Estados Unidos y Canadá transitan por ese paso fronterizo. Se estima que diariamente suelen atravesarlo 40.000 viajeros, turistas y conductores de camiones con mercancías por unos 323 millones de dólares.
"Haremos lo necesario para poner fin a estos bloqueos", agregó Ford antes de dirigirse directamente a los manifestantes: "Váyanse a casa ahora".
"Emitiremos urgentemente ordenanzas que dejarán en claro que es ilegal bloquear e impedir el movimiento de bienes, personas y servicios en infraestructuras clave", dijo.
Ford ha sido blanco de reclamos y críticas durante varios días por su inacción frente a los manifestantes, que muchos atribuyen a cálculos políticos, pues es candidato a la reelección en junio.
- Trudeau bajo presión -
El movimiento, llamado "Convoy de la libertad", fue convocado en rechazo a la decisión del gobierno de obligar a vacunarse contra el covid-19, someterse a exámenes o aislarse a los camioneros que cruzan la frontera entre Canadá y Estados Unidos. Pero rápidamente se convirtió en una protesta contra las medidas sanitarias en su conjunto y, para algunos, contra el gobierno de Trudeau.
Estados Unidos instó el jueves a Canadá a utilizar los "poderes federales" de gobierno en particular para resolver el bloqueo del Ambassador.
Su bloqueo y cierre desde el lunes ha generado repercusiones económicas, denunciaron funcionarios y ejecutivos del sector privado, particularmente en la industria automotriz de ambos lados de la frontera, lo que provocó la reacción firme de Estados Unidos.
Las protestas canadienses derivaron en el bloqueo de otros dos pasos fronterizos binacionales, el de Emerson, que conecta a la provincia de Manitoba con el estado de Dakota del Norte en Estados Unidos, y otro en la provincia occidental de Alberta.
A la fecha desde que estallaron las protestas el 29 de enero, solamente 25 manifestantes fueron arrestados.
- Expansión internacional -
El movimiento de camioneros canadiense también ha alentado acciones similares en Bélgica, Nueva Zelanda, y Francia, en este último caso con mayor vigor.
Miles de manifestantes contra las medidas anticovid se dirigían este viernes desde varios puntos del país hacia París pese a las advertencias de las autoridades.
"Si interrumpen el tráfico o intentan bloquear la capital, debemos ser muy firmes", dijo este viernes el primer ministro francés, Jean Castex, en la cadena France 2, para quien la vacunación no es un atentado contra la "libertad" como subrayan los manifestantes.
El presidente Emmanuel Macron, por su parte, pidió "concordia" y "benevolencia colectiva", mostrándose comprensivo con "el cansancio" y "la furia" provocados por la crisis sanitaria.
"Todos estamos colectivamente cansados por lo que vivimos desde hace dos años. Este cansancio se expresa de varias formas", afirmó Macron en una entrevista al diario Ouest-France.
A pesar de las advertencias, unos 2.600 vehículos, según la policía, se aproximaban a París.
Su objetivo es llegar el viernes por la noche para participar en las diferentes manifestaciones que cada sábado recorren las calles de la capital para protestar contra el pasaporte de vacunación, clave en la estrategia de Francia contra el covid-19.
Los organizadores de los autodenominados "convoyes de la libertad" tienen en el punto de mira el pasaporte de vacunación, clave en la estrategia anticovid de Francia y que es necesario para viajar, entrar a bares y lugares de ocio, entre otros, pero rechazan cualquier intención de bloquear la capital.
A dos meses de la elección presidencial, las autoridades quieren evitar una nueva protesta como la de los "chalecos amarillos" que sacudió Francia a finales de 2018 y 2019 para protestar contra el aumento del coste de la vida, tras el alza del precio del combustible.
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