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Presidente interino sirio pide a los insurgentes alauitas que se rindan tras violentos choques
Presidente interino sirio pide a los insurgentes alauitas que se rindan tras violentos choques / Foto: Omar Haj Kadour - AFP

Presidente interino sirio pide a los insurgentes alauitas que se rindan tras violentos choques

El presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, llamó el viernes a los insurgentes alauitas del noroeste del país a rendirse "antes de que sea demasiado tarde" y una oenegé reportó que las fuerzas de seguridad ejecutaron a 162 civiles de esta minoría en la región.

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"Depongan las armas y ríndanse antes de que sea demasiado tarde", instó al Sharaa, quien dirigió la coalición islamista que derrocó el 8 de diciembre al expresidente Bashar Al Asad, que pertenece a esta minoría musulmana.

"Continuaremos trabajando para que el monopolio de las armas esté en manos del Estado y no haya más armas sin regular", añadió en un discurso difundido en el canal de Telegram de la presidencia siria.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) reportó que las fuerzas de seguridad "ejecutaron" el viernes a 162 civiles alauitas en la zona costera del noroeste del país, feudo de esta comunidad y donde estallaron enfrentamientos el jueves.

"Cinco masacres distintas se cobraron el viernes la vida de 162 civiles en la región costera siria, entre ellos mujeres y niños", afirmó la organización con sede en Reino Unido.

"La gran mayoría de las víctimas fueron ejecutadas sumariamente por elementos afiliados al Ministerio de Defensa y del Interior", añadió la oenegé, que dispone de una extensa red de informantes en el terreno.

El nuevo balance eleva a más de 250 las personas que murieron desde el inicio de los choques en las regiones de Latakia y Tartús, indicó la misma fuente.

La violencia se recrudeció cuando combatientes leales a Asad lanzaron un sangriento ataque contra las fuerzas de seguridad en la localidad costera de Jableh el jueves por la noche, según las autoridades.

Estas enviaron refuerzos y realizaron importantes operaciones de rastreo en la región. Un toque de queda rige en Latakia y Tartús, y la medida se prolongó hasta el sábado.

Desde la caída de Asad, las nuevas autoridades enfrentan el desafío de restablecer la seguridad en el país, escenario de una cruenta guerra civil que empezó en 2011 y en la que murieron más de medio millón de personas.

- "Todo el mundo tiene miedo" -

"La gente permanece encerrada en sus casas, todo el mundo tiene miedo", contó desde Jableh, a una decena de kilómetros al sur de Latakia, Ali, un granjero con quien AFP contactó desde Damasco.

El OSDH y militantes publicaron videos donde aparecen decenas de cuerpos vestidos de civil, amontonados en el patio de una casa con mujeres llorando alrededor.

En otra grabación se ven hombres con atuendo militar y ordenando a tres personas que se arrodillen, antes de matarlas a quemarropa.

La AFP no pudo comprobar la autenticidad de esos videos.

Una fuente de seguridad citada por la agencia oficial siria SANA reportó "actos aislados de violencia" cometidos por "turbas (...) no organizadas" en represalia por "el asesinato de varios miembros de la policía y de las fuerzas de seguridad por hombres leales al antiguo régimen".

"Estamos trabajando para poner fin a estos actos de violencia, que no representan al pueblo sirio en su conjunto", añadió la fuente del Ministerio del Interior.

Aron Lund, del grupo de reflexión Century International, se muestra preocupado por una situación que compara con una "bomba de relojería".

"Ambas partes se sienten atacadas, ambas sufrieron terribles abusos a manos de la otra y ambas están armadas", declaró a la AFP.

- "Baño de sangre" -

Rusia, adonde huyó Bashar al Asad tras gobernar Siria con puño de hierro durante 24 años, hizo un llamado a detener "el baño de sangre".

Arabia Saudita condenó la violencia cometida por "grupos ilegales" contra las fuerzas de seguridad y Turquía, fronteriza con Siria, advirtió en contra de cualquier provocación que amenace la paz "en Siria y en la región".

Irán, por su parte, afirmó que se oponía al asesinato de "sirios inocentes". Teherán es un antiguo aliado de Asad.

Las fuerzas sirias incluyen a muchos antiguos combatientes de HTS, el grupo islamista que encabezó la coalición que derrocó a Asad.

Imágenes difundidas por SANA el viernes mostraron a miembros de las nuevas fuerzas de seguridad entrando en Baniyas y Tartús en camionetas.

Desde el jueves, los combates dejaron 185 muertos, incluyendo 50 miembros de las fuerzas de seguridad y 45 combatientes armados, indicó el OSDH.

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