

Abdullah Öcalan, la figura más destacada de la causa kurda en Turquía
Veintiséis años después de ser capturado por los servicios secretos turcos, Abdullah Öcalan, líder histórico del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), sigue siendo desde su celda la cabeza visible de la causa kurda en Turquía.
Enemigo público número uno de Ankara, arrestado el 15 de febrero de 1999 en Kenia tras una feroz persecución, y encarcelado desde entonces en aislamiento en la isla-prisión de Imrali -frente a Estambul-, Ocalan dio oficialmente por terminada la lucha armada el jueves.
"Todos los grupos deben deponer las armas y el PKK debe disolverse", ordenó en una declaración leída por diputados kurdos que lo visitaron, precisando que "asumía" esta decisión histórica.
Desde el otoño, con la apertura del diálogo iniciado por Ankara, había asegurado que podía llevar la cuestión kurda "del terreno de la violencia al terreno de la política", afirmando estar "dispuesto a tomar las medidas necesarias".
A pesar del confinamiento y el silencio, quien es llamado "Apo" o "Serok" ("Tío" y "Jefe", en kurdo) sigue, a sus casi 76 años, siendo el emblema de la causa kurda en Turquía, donde el conflicto entre el PKK y el Estado dejó más de 40.000 muertos desde 1984.
Su influencia perdura también en Europa, donde los refugiados kurdos ondean regularmente banderas y pancartas con su rostro. Aunque, con el paso del tiempo, el espeso bigote negro se volvió gris.
Nacido el 4 de abril de 1949 en una familia campesina, en el pueblo de Ömerli, en la frontera con Siria, Abdullah Öcalan se involucró en la extrema izquierda durante sus estudios de ciencias políticas en Ankara, lo que le valió su primer encarcelamiento en 1972.
En 1978 fundó el PKK, de orientación marxista-leninista. Dos años después se exilió, principalmente en Damasco o en la llanura libanesa de Bekaa, bajo control sirio, donde instaló su cuartel general.
- Actor de referencia -
"Apo" optó en agosto de 1984 por la lucha armada para conseguir la creación de un Estado kurdo.
Ankara respondió a ataques del PKK con una feroz represión. El sureste del país se sumió progresivamente en un estado de guerra civil casi total, con un grupo calificado de "terrorista" por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea.
Obligado en 1998 a abandonar Siria bajo presión turca, deambuló por todo Europa antes de ser capturado por los servicios secretos turcos en la entrada de la embajada de Grecia en Nairobi, Kenia.
Devuelto a Turquía, fue condenado a muerte, pena conmutada a prisión perpetua con la abolición de la pena capital en 2002.
Ankara pensaba entonces que, al arrestarlo, había decapitado al PKK. Pero incluso en aislamiento "Apo" sigue dirigiendo su movimiento, dando instrucciones a sus visitantes, aunque el mando militar, refugiado en Irak, se le escapa.
Fue él quien, en dos ocasiones, a principios de la década de 2000 y luego en 2013, ordenó un alto el fuego unilateral.
También ordenó al movimiento renunciar a la idea de un Estado kurdo independiente y abogar por una autonomía política dentro de Turquía, donde los kurdos representan, según estimaciones, una quinta parte de los 85 millones de habitantes.
En 2015, después de dos años de apaciguamiento y negociaciones con Ankara sobre los derechos culturales y la representación política de los kurdos, el conflicto se reanudó en el sureste de Turquía, de mayoría kurda, devastando especialmente la ciudad vieja de Diyarbakir.
Öcalan lamentó al año siguiente que "tantas personas murieron", especialmente jóvenes sin mucha experiencia, en "una guerra en la que ningún bando puede ganar", según declaraciones reportadas por su hermano Mehmet.
Desde entonces "la sociedad kurda se diversificó y el movimiento kurdo político y legal se impuso como un actor", subraya Hamit Bozarslan, director de estudios en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de París.
"Pero para una gran parte de los kurdos es el actor de referencia, es el 'Tío' que no solo encarna la causa sino toda la nación kurda", destaca.
田-L.Tián--THT-士蔑報