¿Por qué los activistas del clima reclaman compensaciones?
Las inundaciones catastróficas de Pakistán hicieron resurgir los llamados para que las naciones ricas contaminantes, que desarrollaron sus economías en base al fuerte uso de combustibles fósiles, compensen a los países en desarrollo por el destructivo impacto de la crisis climática.
La formulación preferida es compensación por "pérdidas y daños" pero algunos activistas quieren ir más lejos para que se cataloguen como "compensaciones climáticas".
Más allá de la terminología, los defensores del medio ambiente piden que se condonen las deudas para los países con problemas de liquidez que gastan enormes porciones de sus presupuestos en pagar el servicio de la deuda, en vez de consagrar esos fondos a aumentar su resiliencia y prepararse para el rápido cambio del planeta.
"No solo está el precedente histórico de la revolución industrial que supuso el aumento de las emisiones y la contaminación de carbono, sino también el colonialismo y la extracción de recursos, riqueza y trabajo", dice a la AFP Meera Ghani, activista del clima que vive en Bélgica.
"La crisis climática es una manifestación de sistemas de opresión entrelazados, y una forma de colonialismo", dice Ghani, que participó en el equipo negociador del clima de Pakistán.
Dicha propuesta, que fue presentada hace décadas por un grupo de pequeñas naciones isleñas en peligro por la subida del nivel del mar, resurge a raíz de las catastróficas inundaciones ocurridas en Pakistán por unas lluvias monzónicas sin precedentes.
Perecieron cerca de 1.600 personas, varios millones fueron desplazadas y el gobierno estimó las pérdidas en 30.000 millones de dólares.
- Mitigación y adaptación -
Los activistas sostienen que la mayoría de los países vulnerables al cambio climático son apenas responsables: Pakistán produce menos del 1% de las emisiones de efecto invernadero contra 80% de los países del G20.
La respuesta internacional contiene dos tipos de enfoque: la "mitigación", que implica reducir los gases de efecto invernadero; y la "adaptación", que supone alterar los sistemas y mejorar la infraestructura para adaptarse al cambio.
Los pedidos de compensaciones por "pérdidas y daños" van más allá de la simple financiación de la adaptación, pues buscan reparaciones para hacer frente al destructivo impacto climático al que los países no pueden hacer frente.
Actualmente, sin embargo, incluso financiar los objetivos de adaptación más modestos están en duda.
Las economías ricas acordaron consagrar 100.000 millones de dólares para los países menos desarrollados para 2020, una promesa incumplida. Además, los fondos que se llegaron a movilizar fueron en forma de créditos.
"Nuestro punto de partida es que el Norte Global es mayoritariamente responsable del actual estado del planeta", dice Maira Hayat, profesora asistente de estudios medioambientales y paz de la Universidad de Notre Dame en Indiana.
"¿Por qué los países que apenas han contribuido a las emisiones de gases de efecto invernadero deberían pedir ayuda -en su mayoría créditos- con onerosas condiciones para pagarlos?", se pregunta.
- Doble culpa -
Pero no todo el mundo está convencido.
Daanish Mustafa, profesor de geografía del King's College de Londres, culpa principalmente al Norte Global de la actual situación del mundo pero tampoco están exentos de culpa los dirigentes pakistaníes y sus decisiones políticas, que no han hecho más que agravar éste y otros desastres.
El Grupo World Weather Attribution (Atribución del Clima Mundial), que reúne a científicos, asegura que es altamente probable que el cambio climático contribuya a las inundaciones.
Pero el impacto devastador también obedece, entre otros factores, a la "proximidad de los asentamientos humanos, infraestructuras (casas, edificios, puentes) y tierras agrícolas en las llanuras inundadas", señalan.
Las propias emisiones de Pakistán, aunque bajas a escala global, están aumentando rápidamente y los beneficios se quedan en una pequeña élite, dice Mustafa, que piensa que el país debería buscar alternativas que favorezcan un desarrollo que contamine poco, en vez de "imitar a Occidente", para no perjudicarse todavía más.
El jefe de Naciones Unidas, Antonio Guterres, dio recientemente un empujón a las compensaciones por "pérdidas y daños" al pedir una "acción significativa" en la próxima cumbre del clima, la COP27, que se celebra en noviembre en Egipto.
El asunto es sensible para los países industrializados, en particular para Estados Unidos, históricamente el mayor emisor de gases de efecto invernadero, ya que teme que podría abrir una brecha para acciones legales y prefiere la terminología acuñada por el Acuerdo de París: "responsabilidad y compensación".
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