Los países de la UE llegan divididos a una votación clave sobre el uso del glifosato
Los países de la Unión Europea (UE) deben votar este viernes una propuesta de renovar por diez años la autorización del glifosato en el bloque, en medio de una evidente división sobre el tema.
Se trata de una votación crucial de un comité técnico formado por representantes de los 27 países de bloque, que deberá decidir si aprueba la propuesta de extender la autorización.
La Comisión Europea (el brazo ejecutivo de la UE) propuso en septiembre renovar la autorización del uso del glifosato hasta diciembre de 2033, bajo determinadas condiciones.
Esta propuesta se apoyó en un informe elaborado por un regulador europeo, que estimaba que el nivel de riesgo no justificaba la prohibición de la sustancia.
Sin embargo, la idea de renovar por una década el uso del glifosato provoca evidentes divisiones en el bloque.
La comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides, admitió hace apenas una semana que "muchos Estados miembros han acogido con satisfacción la propuesta", aunque otros piden "restricciones específicas".
Por eso, añadió, la idea no cuenta con el apoyo de "una gran mayoría".
La aprobación de la propuesta requiere mayoría cualificada, es decir, de 15 Estados miembros de los 27 del bloque que representen por lo menos el 65% de la población de la UE.
Austria ya anunció su oposición a la autorización, y Luxemburgo adelantó a fines de septiembre su intención de votar en contra, después de haber prohibido temporariamente la comercialización de glifosato en su territorio.
En tanto, el ministerio de Agricultura de Bélgica informó a la AFP que pretende abstenerse, así como Países Bajos.
A su vez, el vocero del ministerio alemán de Agricultura adelantó que "Alemania no aceptará una extensión de la autorización" al uso del glifosato como la propuesta por la Comisión Europea.
- Salvaguardias -
En cambio, persiste la incertidumbre sobre la postura de Francia, la principal potencia agrícola de la UE.
El ministerio francés de Agricultura señaló que el país se opone a "cualquier prohibición sin una solución" para los agricultores.
Sin embargo, acotó el ministerio, el país favorece un enfoque en las restricciones al glifosato se limitan a usos para los cuales no existe una opción alternativa viable.
El glifosato, la substancia activa de diversos herbicidas- había sido clasificado en 2015 como "probable cancerígeno" por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer.
Sin embargo, en julio de este año la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria sostuvo que no había identificado ningún "área de preocupación crítica" en humanos, animales y el medio ambiente que pueda impedir la autorización del herbicida.
La entidad apenas observó "un alto riesgo a largo plazo en los mamíferos" para la mitad de los usos propuestos, y reconoció que la falta de datos impedía un análisis definitivo.
La propuesta de la Comisión Europea incluye salvaguardias como el establecimiento de "franjas de protección" alrededor de los terrenos donde el glifosato sea utilizado.
Además, impulsa la utilización de equipos que reduzcan drásticamente la "deriva de la aspersión".
Si la sustancia activa se aprueba a escala de la UE, cada Estado miembro seguirá siendo responsable de autorizar los productos que contienen glifosato, estableciendo las normas de uso en función de los cultivos, las condiciones climáticas y las características geográficas específicas.
La actual autorización del glifosato en la UE, renovada en 2017 por cinco años y luego ampliada por un año adicional, expira el 15 de diciembre.
En el caso de que este viernes no haya una mayoría cualificada, está prevista una nueva votación en noviembre.
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