El plan de áreas protegidas no salvará la biodiversidad, advierten expertos a la COP15
El aumento de las zonas protegidas favorece al medio ambiente pero resulta insuficiente para frenar la extinción de numerosas especies, alertaron el miércoles científicos que preconizan cambios sociales profundos en el marco de las negociaciones internacionales sobre la biodiversidad.
Esa fue la conclusión a la que llegaron una cincuentena de investigadores que examinaron el documento en discusión por los países miembros de la Convención de la ONU sobre la Biodiversidad con vistas a la conferencia (COP15) que se llevará a cabo a fines de abril en Kunming (China).
"Estamos en medio de una crisis de la biodiversidad, con un millón de especies amenazadas de extinción", dijo a la AFP uno de los autores del informe, Paul Leadley, miembro del programa internacional de investigaciones bioDiscovery.
Una coalición de 75 países propone declarar bajo protección al menos un 30% de las tierras y los océanos antes del fin de la actual década. Esa meta sirve de base de discusión a los miembros de la Convención.
El aumento de las zonas protegidas, "si se lleva a cabo correctamente, puede ser muy importante, pero sigue siendo ampliamente insuficiente para frenar la pérdida de la biodiversidad", señaló Leadley.
Los investigadores insisten en la necesidad de "cambios transformadores" en todos los frentes de la biodiversidad: en la modificación del uso de la tierra y el mar (para la agricultura por ejemplo), en la explotación directa de los organismos (a través de la caza y la pesca), en el cambio climático, las contaminaciones o ante las especies exóticas invasivas. Y resaltan la necesidad de empezar a actuar sin dilaciones.
"Nos hemos acostumbrado a tratar a un paciente muy enfermo con vendajes. Esto tiene que parar", urge Paul Leadley.
"Tenemos que cambiar nuestros modos de consumo, limitar el cambio climático a 1,5 ºC de ser posible, dejar de dar subsidios nefastos para la biodiversidad, como los que alientan la sobrepesca o la agricultura convencional", prosigue.
"Por cada euro que se gasta en el mundo para proteger la biodiversidad, se gastan al menos 5 en prácticas que la destruyen", completa Aleksandar Rankovic, profesor en el instituto universitario Sciences Po de París.
El informe de los expertos insta a una coordinación local e internacional, y a intervalos regulares, de las acciones a favor de la biodiversidad.
La COP15 se aplazó en varias ocasiones debido a la pandemia de coronavirus. Las negociaciones se llevan a cabo además después de que la comunidad internacional fracasara en el cumplimiento de las metas que se había impuesto para la década 2010-2020.
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