Gobiernos inician negociaciones en Montreal hacia un pacto por la naturaleza
Ministros del mundo entero comenzaron este jueves a tratar de acercar posiciones para alcanzar un pacto que salve la naturaleza en la próxima década, tras intensas y difíciles negociaciones en la conferencia de biodiversidad de la ONU en Montreal.
El anuncio por parte de un puñado de países ricos de un aumento de su ayuda financiera a la biodiversidad en los países en desarrollo podría calmar el ambiente, tras las tensiones vividas el miércoles en torno a este espinoso asunto.
Para detener la destrucción del planeta y sus recursos, los países tienen hasta el lunes para concluir el "marco global de biodiversidad"; una hoja de ruta a seguir de aquí a 2030.
Una veintena de objetivos están en discusión: la protección del 30% de la tierra y el mar, la reducción a la mitad de los pesticidas y la restauración de millones de hectáreas de suelos degradados, entre otros.
También se ha propuesto diseñar un mecanismo de seguimiento e indicadores precisos para no repetir el fracaso del acuerdo anterior, adoptado en Aichi (Japón) en 2010, cuyos objetivos se convirtieron en papel mojado.
La cuestión financiera, que ha estado omnipresente en las negociaciones, tuvo un gran avance el jueves, después de que Australia, Japón, Países Bajos, Noruega, España y Estados Unidos anunciaran un aumento de sus compromisos.
"Se trata de un paso adelante muy importante", declaró a la AFP Virginijus Sinkevicius, comisario europeo de Medio Ambiente.
Los seis países se suman a los esfuerzos anunciados anteriormente por Alemania, Francia, la Unión Europea, Reino Unido y Canadá.
"Estos nuevos anuncios y la reiteración de los compromisos existentes son una buena señal de la voluntad política que Montreal tanto necesita", declaró Claire Blanchard, de WWF Internacional.
Pero no está claro si los nuevos compromisos serán suficientes para satisfacer a los países del Sur, que albergan la mayor parte de la biodiversidad que queda en el planeta.
- "Idea condescendiente" -
En una carta a los participantes, los delegados de Luiz Inácio Lula da Silva, presidente electo de Brasil, expresaron su preocupación por el "actual estancamiento de las negociaciones".
"Sin recursos financieros proporcionales al nivel de ambición de los objetivos, no será posible aplicar el nuevo marco", declaró el futuro gobierno de esta potencia agrícola y guardiana de buena parte de la Amazonía.
Un peso pesado de la cumbre, Brasil reclama -junto con India, Indonesia y países africanos, entre otros- al menos "100.000 millones de dólares anuales" en subvenciones de los países ricos para financiar los ambiciosos objetivos del acuerdo que se debate.
La cifra equivale a unas diez veces los compromisos actuales del Norte con el Sur. Y tanto como lo prometido para la lucha contra el calentamiento global.
"Que el Norte piense que hace un favor al Sur dándole dinero es una idea bastante condescendiente", declaró a la AFP Joseph Onoja, de la Nigerian Conservation Foundation.
Y las cantidades debatidas siguen estando muy lejos de lo que se necesita.
Pero "no basta con que 11 países se comprometan en un contexto en el que muchos países tienen medios financieros para participar", señaló el ministro francés Christophe Béchu, prueba de que la batalla de los números dista mucho de haber terminado.
Según observadores, varios países en desarrollo estaban dispuestos el jueves a renunciar a su exigencia de crear un fondo mundial dedicado a la biodiversidad, a cambio de una reforma del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y de los flujos financieros existentes, privados, filantrópicos o multilaterales.
"Un ecosistema sano es esencial para la prosperidad de la civilización", afirmó este jueves el presidente chino, Xi Jinping, en un mensaje de vídeo con motivo de la apertura de las negociaciones ministeriales.
Más allá de las consideraciones morales, está en juego la prosperidad, señalan los expertos: más de la mitad del PIB mundial depende de la naturaleza y sus servicios.
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