En el aeropuerto de Kiev, los pasajeros entre miedo y escepticismo
"La opción más sensata es abandonar Ucrania ahora", dice el empresario marroquí Aimrane Bouziane en el aeropuerto de Borýspil, en Kiev, mientras suspira aliviado al ver que su vuelo no ha sido anulado.
Aunque a nivel internacional, las tensiones han ido en aumento, en el aeropuerto, el ambiente es tranquilo. Mientras esperan su vuelo, los pasajeros toman café y disfrutan de unos postres.
El gobierno ucraniano prometió el domingo mantener abierto el espacio aéreo, pero el día anterior, la compañía holandesa KLM suspendió todos los enlaces que sobrevuelen este país.
Con 130.000 militares rusos concentrados en la frontera ucraniana, Estados Unidos advierte que una invasión rusa puede llegar en "todo momento y sin aviso". Alemania calificó la situación de "crítica" este domingo.
- "Temo por mi vida" -
Por su parte, el ministro de Defensa británico, Ben Wallace, opinó el domingo que había cierto "aroma a Múnich en el ambiente", en referencia al acuerdo de 1938 con la Alemania nazi que le permitió anexar a los Sudetes, pero fracasó a la hora de evitar una guerra.
"Sí, me voy por la situación, porque temo por mi vida", explica Aimrane Bouziane, de 23 años. "¿Lo que puede pasar? Una invasión. Putin podría invadir. Ya lo hizo, entonces puede volver a hacerlo", expresa.
Denis Lucins, entrenador de fútbol americano, acaba de regresar de Estados Unidos para reunirse con su mujer y su hijo de 7 años que viven en Mykolaiv, en el sur de Ucrania, ignorando las recomendaciones de Washington de salir del país.
"Hay cierto nivel de preocupación. Pero saben, viví aquí en 2014, he visto la anexión de Crimea, el conflicto en el Donbás. Esperemos a ver qué pasa. Ahí donde vivo, en Mykolaiv, esperamos que no pase nada malo", explica.
- "¿Tropas rusas en Kiev? Es demasiado" -
Mientras que el presidente estadounidense Joe Biden es considerado demasiado alarmista, incluso por las autoridades ucranianas, Denis Lucins cree que su estrategia es la correcta.
"Tenía razón cuando dijo hace algunos meses 'Oye, hay 100.000 soldados rusos en la frontera'. Creo que está bien que Estados Unidos haya dicho 'No pueden invadir'. Y Gran Bretaña y otros le siguieron", dice.
"Personalmente, no pienso que ocurrirá algo, pero lamentablemente, nadie puede leer la mente de Vladimir Putin", agrega.
Para el viajero de Armenia Armen Vartanian, de 36 años, Kiev no tiene que temer nada.
"Pienso que Putin podría agarrar un poco más del este", donde el ejército ucraniano lucha desde 2014 contra los separatistas prorrusos apoyados por Moscú, que controlan parte de las regiones de Donetsk y Luhansk, en la cuenca carbonífera del Donbás.
"El Donbás sí, ya está separado, están usando el rublo, las tropas rusas ya están allí. (Putin) podría tomarlo", reflexiona Vartanian.
Pero "¿tropas rusas en Kiev? No, no creo que eso ocurra. Sería la Tercera Guerra Mundial, es demasiado".
El responsable de comunicación del aeropuerto Borýspil, Olexandre Demtchyk, pretende tranquilizar los ánimos. "La situación es la que es. Está muy tenso, pero no sentimos ningún pánico. Creo que todo irá bien".
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