Avances en discusiones entre Rusia y Ucrania para desbloquear exportaciones de granos en mar Negro
Ucrania y Rusia realizaron importantes avances el miércoles para intentar romper el bloqueo de las exportaciones de granos por el mar Negro, durante unas conversaciones con diplomáticos de la ONU y de Turquía, que anunció nuevas discusiones sobre el tema la próxima semana.
Las discusiones de expertos militares de las cuatro partes, las primeras cara a cara de rusos y ucranianos desde el 29 de marzo, terminaron "oficialmente" al cabo de tres horas, según un comunicado del ministerio turco de Defensa.
Ucrania es uno de los mayores exportadores mundiales de trigo y otros cereales. Unos 20 millones de toneladas de grano están actualmente bloqueados en los puertos de la región de Odesa por la presencia de buques de guerra rusos y de minas, colocadas por Kiev, para defender su costa.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que las negociaciones ofrecieron "un rayo de esperanza para mitigar el sufrimiento humano y aliviar el hambre en el mundo". Aunque se mostró optimista con que las partes alcancen un acuerdo, admitió que "aún no se llegó" a un pacto formal.
El ministro turco de Defensa avisó sin embargo de que un acuerdo final sobre el desbloqueo de cereales podría ser anunciado la próxima semana.
"En esa reunión, que celebraremos la próxima semana, se revisarán de nuevo todos los detalles y se firmará el trabajo que hemos realizado", dijo Hulusi Akar en un comunicado.
En juego está la seguridad alimentaria de millones de personas, que lidian con unos precios disparados debido al conflicto, que inició el 24 de febrero con la invasión rusa de Ucrania.
- "Controles comunes" -
Uno de los escollos que han dificultado las negociaciones son las crecientes sospechas de que Rusia intenta exportar el grano que ha robado a los agricultores ucranianos de las regiones bajo su control.
Las autoridades rusas de la región meridional ucraniana de Jersón aseguraran no obstante el miércoles que las fuerzas de Kiev estaban quemando deliberadamente algunos cultivos.
La agencia espacial estadounidense reveló datos la semana pasada que mostraban que el 22% de las tierras de cultivo de Ucrania estaban bajo control ruso.
"Estamos a dos pasos de conseguir un acuerdo con Rusia", estimó el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano Dmytro Kuleba, en una entrevista al diario español El País.
Sin embargo, aún persisten algunas trabas. El martes, Rusia indicó que entre sus requerimientos está el derecho a "revisar barcos para evitar el contrabando de armas", una petición que Kiev rechazó.
El acuerdo inicial al que se refirió el turco Akar incluye, según él, "controles comunes" en los puertos y en los trayectos para "garantizar la seguridad de las vías de transferencia" de mercancías.
Kiev también ha pedido que Turquía acompañe a sus barcos por "corredores de grano" seguros que eviten los lugares con minas en el mar Negro.
Desminar la zona podría llevar meses, según los expertos. Un tiempo demasiado largo para hacer frente a la creciente amenaza de una crisis alimentaria mundial.
Turquía, miembro de la OTAN y aliada de ambos bandos en el conflicto, dice que tiene 20 buques mercantes esperando en el mar Negro que podrían ser cargados rápidamente con grano ucraniano.
- Bombardeos en el sur -
La reunión en Estambul precedió a otra que tendrá lugar la semana próxima en Teherán entre los presidentes ruso, Vladimir Putin, y turco, Recep Tayyip Erdogan, que se celebrará al margen de una cumbre tripartita con Irán sobre Siria.
El objetivo de Erdogan es sentar en la mesa de negociaciones a Putin y el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, pero por el momento la situación en el terreno parece que no da margen para ello.
Ucrania aguarda una nueva ofensiva rusa en la región oriental de Donetsk, que forma parte del Donbás, parcialmente bajo control de separatistas prorrusos desde 2014.
La otra provincia del Donbás es Lugansk, que las fuerzas rusas afirman tener totalmente bajo su control.
El ejército ruso no ha lanzado ninguna ofensiva importante desde que doblegó los últimos focos de resistencia ucraniana en Lugansk a principios de mes.
Sin embargo, bombardeos rusos el domingo en un edificio residencial de Chasiv Yar, en la misma cuenca minera, dejaron al menos 48 muertos según el último balance de la seguridad ucraniana.
"No se puede huir de la guerra y nunca se sabe dónde va a estar", dijo Liubov Mojaieva, una agrónoma de 60 años de Bajmut, otra localidad de Donetsk, donde se escucharon disparos el martes.
Los expertos creen que los rusos se están tomando una "pausa operativa" para rearmarse y reagrupar fuerzas antes de lanzar un asalto a Sloviansk y Kramatorsk, el centro administrativo del este de Ucrania.
De hecho, algunos funcionarios estadounidenses consideran que los rusos están tratando de negociar la adquisición de cientos de drones de combate de Irán. Moscú se negó a comentar esta información el miércoles.
Ucrania, en cambio, está tratando de frenar a las tropas rusas realizando ataques cada vez más potentes con nuevos sistemas de cohetes estadounidenses y europeos dirigidos a depósitos de armas.
Mientras tanto, siguen los bombardeos en otras zonas del país. En Mikolaiv, en el sur, un ataque ruso destrozó un edificio y mató a, por lo menos, cinco civiles, dijo el miércoles el jefe adjunto de la administración presidencial, Kiril Tymoshenko.
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