El Congreso de España aprueba muy ajustadamente la reforma laboral
El gobierno de izquierda español logró este jueves una muy ajustada aprobación en el Congreso de los Diputados de una de sus reformas clave, exigida por Bruselas, que busca reducir la precariedad endémica en el mercado laboral.
Con el no de varios de sus aliados habituales, el gobierno de coalición recibió el respaldo de los liberales de Ciudadanos y de un puñado de diputados de derecha, lo que permitió que el texto fuese aprobado por apenas un voto de diferencia: 175 a favor y 174 en contra.
Entrada en vigor el 1 de enero luego de que se alcanzara en diciembre tras una ardua negociación un acuerdo entre el gobierno, la patronal y los sindicatos, la reforma necesitaba recibir luz verde de la Cámara Baja, de 350 escaños, so pena de volverse letra muerta.
Minoritario en el Parlamento, el ejecutivo del socialista Pedro Sánchez, que gobierna en coalición con la izquierda radical de Podemos, no logró obtener los síes de varios de sus apoyos tradicionales, como el partido nacionalista vasco (PNV) o los independentistas catalanes de ERC, quienes estimaron que la reforma no fue lo suficientemente ambiciosa.
Esto obligó a Sánchez a granjearse los apoyos de Ciudadanos (centroderecha) y de pequeñas formaciones regionales como el PDeCAT (independentistas catalanes), que usualmente se mantienen en la oposición.
Destinada principalmente a reducir la precariedad en el mercado de trabajo, la reforma laboral era reclamada con insistencia por la Comisión Europea, que condicionó a su aprobación la entrega a España de una parte de los fondos del megaplan europeo de recuperación poscovid.
España va a ser uno de los principales beneficiarios con 140.000 millones de euros (unos 160.000 millones de dólares).
La reforma permitirá desterrar "la cultura de la precariedad del mercado de trabajo" y dejar atrás el "nefasto modelo de precariedad" implementado en 2012 por el gobierno conservador de Mariano Rajoy, afirmó este jueves la ministra de Trabajo, la comunista Yolanda Díaz.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió a revertir la reforma de 2012, motivada en su momento por la necesidad de relanzar la economía española, arruinada por la crisis financiera de 2008.
Logró un fuerte descenso de la tasa de paro, de casi el 27% en 2013 a un 13,3% en la actualidad, pero a costa de una gran inseguridad laboral.
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