Escasez de tampones agrava la crisis de desabastecimiento en EEUU
La falta de tampones en los anaqueles de Estados Unidos es el último signo de una crisis de desabastecimiento que complica la cotidianidad, y que se suma a la preocupante falta de fórmula infantil.
Las cadenas de farmacias CVS y Walgreens confirmaron a la AFP que en ciertas localidades no hay stock de algunas marcas de tampones y que están trabajando para reponerlas lo antes posible.
La empresa Procter & Gamble, que fabrica la línea Tampax de estos productos, señaló que los consumidores pueden llegar a no conseguir sus tampones en las tiendas estadounidenses, pero que están produciendo "a toda hora para satisfacer la creciente demanda".
Un portavoz de Edgewell, fabricante de los tampones Playtex y o.b. y los protectores y almohadillas Carefree y Stayfree, reconoció problemas de inventario debido a la "gran escasez de mano de obra" causada por dos brotes de covid-19 en una planta de Estados Unidos a fines de 2021 y en un proveedor canadiense a principios de este año.
La empresa dijo que anticipan "volver a los niveles normales [de producción] en las próximas semanas".
Kimberly-Clark, compañía que fabrica una variedad de productos incluidos los tampones Kotex, afirmó a la AFP que no ha experimentado escasez en su inventario.
Patrick Penfield, especialista en la administración de cadenas de suministro por la Universidad de Syracuse, manifestó que la demanda ha aumentado recientemente, en particular debido a las compras adicionales de los consumidores que ven la escasez de ciertas marcas y se atemorizan ante la posibilidad de no obtener los productos.
Pienfield comparó este fenómeno con el almacenamiento de papel higiénico en grandes cantidades al inicio de la pandemia y agregó que algunas industrias tienen dificultades para operar a capacidad completa debido a la falta de personal o las olas de covid-19.
Pero la escasez de los tampones es diferente a la falta de fórmula para bebés, que inicialmente fue causada por problemas en la cadena de suministro y escasez de mano de obra, pero que se agravó cuando el fabricante Abbott cerró una planta de Michigan en febrero y ordenó el retiro del producto después de que la muerte de dos bebés generara preocupación por intoxicación.
En cuanto a los tampones, "las fábricas están operando", dijo Penfield, y estimó el retorno a la normalidad dentro de los próximos seis meses.
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