Rusia corta el gas a Polonia y Bulgaria en medio de la guerra en Ucrania
Rusia decidió cortar este miércoles el suministro de gas a Polonia y Bulgaria, miembros de la OTAN y la UE, después de una reunión de Estados Unidos y sus aliados occidentales en Alemania para intensificar la ayuda militar a Ucrania.
El conflicto de más de dos meses corre peligro de extenderse más hacia el oeste de Europa tras varias explosiones en la región moldava de Transnistria, fronteriza con Ucrania y ocupada por las fuerzas de Moscú durante décadas.
Estos sucesos, ocurridos después de que el Kremlin advirtiera de una presunta opresión de los rusoparlantes en Moldavia, generaron temores en varios países occidentales de que Moscú busque expandir su invasión a esta antigua república soviética.
"Rusia quiere desestabilizar la región de Transnistria", escribió en Twitter Mijailo Podoliak, asesor del presidente ucraniano Volodimir Zelenski. "Si cae Ucrania, mañana las tropas rusas estarán a las puertas de Chisináu", la capital moldava, añadió.
La presidenta moldava, Maia Sandu, denunció un "intento de hacer que las tensiones aumenten" y llamó a la población a "mantener la calma", mientras que Estados Unidos advirtió contra las tentativas de provocar una "escalada de tensiones" en la región.
- "Remover cielo y tierra" -
Después de más de dos meses de guerra, miles de muertos y millones de desplazados y refugiados, las potencias occidentales se muestran menos recelosas a la hora de respaldar con armamento a Ucrania para resistir las embestidas de Moscú.
Apenas horas después de que Rusia advirtiera del riesgo "real" de una nueva guerra mundial, Estados Unidos reunió a unos 40 aliados en su base de Ramstein, en Alemania, y aseguró que está dispuesto a "remover cielo y tierra" para la victoria de Kiev.
"Ucrania cree que puede ganar y lo mismo piensa todo el mundo aquí", dijo el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.
Los países de la OTAN han aumentado paulatinamente el calibre del armamento que hacen llegar a Kiev. El martes, Alemania dio un giro a su política precavida y anunció el envío de tanques y Países Bajos informó del suministro de obuses blindados.
La ministra de Relaciones Exteriores británica, Lizz Truss, instará el miércoles a sus aliados a "incrementar" la producción militar, incluyendo tanques y aviones, para Ucrania y reclamará al resto de Europa a cortar "de una vez por todas" sus importaciones de energía desde Rusia.
Principal proveedor de hidrocarburos al mercado europeo, Moscú ha usado esta condición para ejercer presión sobre la Unión Europea que, por ahora, solo ha impuesto un embargo sobre el carbón, pero no sobre el gas y el petróleo.
Esta debilidad quedó manifiesta el martes, cuando el gigante energético ruso Gazprom anunció a Polonia y Bulgaria que cortaría sus envíos de gas a partir del miércoles a pesar de los contratos vigentes con estos países.
Bulgaria, casi dependiente por completo de Rusia para su suministro de gas, aseguró que había llevado a cabo "acciones para encontrar acuerdos alternativos para el suministro" y que "por el momento" no restringiría el consumo.
La energética polaca PGNiG también confirmó el cierre a partir del miércoles, aunque su primer ministro afirmó que las unidades de almacenamiento de gas estaban al 76% de capacidad y que disponían de otras fuentes de suministro.
- Guterres en Moscú -
En el frente, los combates continúan en el este de Ucrania, objetivo prioritario de Rusia, que bombardeó la ciudad de Járkov, la segunda más poblada del país, y lanzó una ofensiva contra el municipio de Barvinkove.
Moscú afirmó que había desplegado ataques con misiles de alta precisión contra 32 instalaciones militares en Ucrania, incluyendo cuatro depósitos de municiones, además de bombardeos contra otros 33 objetivos y 100 ataques de artillería.
Responsables ucranianos aseguraron que había combates a lo largo de todo el frente oriental del Donbás y aseguraron que mantenían la resistencia en el complejo industrial de Azovstal, en la asediada ciudad portuaria de Mariúpol.
En el sur, Zaporiyia, destino de los civiles evacuados de Mariúpol, fue impactada por dos misiles, según las autoridades regionales, que temen el avance ruso contra esta ciudad donde hay una gran planta nuclear.
Y en el norte del país, en Chernóbil, las autoridades conmemoraron el 36º aniversario del peor desastre atómico de la historia bajo la inevitable sombra de la guerra.
Aunque ahora vuelve a estar en manos de Kiev, el complejo cayó en manos rusas justo en el primer día de la invasión, el 24 de febrero, y experimentó problemas de potencia y comunicaciones que hicieron temer una nueva catástrofe.
Eso puso al mundo "al borde de la catástrofe", dijo Zelenski durante una rueda de prensa con el responsable del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
"Para el ejército ruso, la zona y la central de Chernóbil constituían un territorio normal de operaciones militares", dijo Zelenski.
En un encuentro con Putin en Moscú, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió a los dos países trabajar conjuntamente para enviar ayuda y establecer corredores humanitarios en las zonas de conflicto.
El dirigente de la organización internacional también solicitó una investigación independiente sobre "posibles crímenes de guerra" y se mostró "preocupado por las repetidas informaciones de violaciones" de los derechos humanos.
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