La comunidad internacional vuelve a la mesa de negociación sobre la biodiversidad
Dos años después de una pausa forzosa, las negociaciones internacionales para preservar la biodiversidad del planeta se reanudan en Ginebra a partir del lunes, con la intención de reducir la contaminación y preservar los espacios naturales.
Cerca de 200 países deberían adoptar este año la Convención sobre la Diversidad Biológica (CDB) de Naciones Unidas para proteger la naturaleza de aquí a 2050, con una etapa de revaluación en 2030.
La crisis climática eclipsa a veces la urgencia para salvaguardar la naturaleza, cuya situación es catastrófica.
Un informe de los expertos sobre biodiversidad de la ONU (IPBES) emitido en 2019 reveló que un millón de especies podría desaparecer en las próximas décadas.
"Conocemos aproximadamente el 10% de las especies que existen en la Tierra. Algunas desaparecen sin ni siquiera haber sido descritas, ni vistas por ningún ser humano", alerta Anne Larigauderie, secretaria ejecutiva del IPBES, en una entrevista con la AFP.
La agricultura intensiva agota las tierras, los océanos son esquilmados a causa de la sobrepesca, los plásticos y otros agentes contaminantes amenazan la salud de los seres humanos y el cambio climático modifica los ecosistemas.
El marco mundial negociado en la CDB quiere invertir la tendencia, tras el fracaso de los Estados para hacer frente a sus compromisos previos. Las negociaciones arrancaron en Roma en febrero de 2020 pero la pandemia del covid-19 las frenó en seco.
La sesión intermedia en Ginebra, del 14 al 29 de marzo, será "la primera presencial desde hace mucho tiempo" y la última antes de la "conferencia de partes", COP15, que debe cerrar las negociaciones, explica Li Shuo de Greenpeace.
El borrador que está siendo discutido desde julio de 2021, contiene una veintena de objetivos de aquí a 2030: protección de al menos 30% de las superficies terrestres y marítimas del globo, reducción del uso de pesticidas y abonos, y el recorte en al menos 500.000 millones de dólares de las subvenciones nefastas para la naturaleza.
Esos objetivos además tienen que integrar la legislación de cada país, y debe crearse un marco jurídico para monitorear sus progresos.
Además del nivel de ambición, hay otro tema esencial en juego en estas negociaciones, recuerda Sébastien Treyer, director general del centro de análisis IDDRI : "La movilización de los recursos financieros, que los países del sur identifican como un tema importante".
Según Guido Broekhoven, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el texto "no es suficientemente ambicioso y exhaustivo para resolver la crisis actual de la biodiversidad".
Decenas de países pertenecientes a la Coalición de Alta Ambición luchan para que la protección del 30% del planeta de aquí a 2030 esté presente en el texto final.
El número de participantes será limitado, a causa del covid-19. Y ahora está la incógnita de la invasión rusa de Ucrania y su efecto en las negociaciones, que se anuncian acaloradas.
"¿Seremos capaces de resolverlo todo?", se pregunta Basile van Havre, uno de los dos copresidentes de las negociaciones.
En todo caso, estas discusiones son el "arranque" de las negociaciones finales en la COP15, explica Liu Shuo de Greenpeace. Una COP prevista inicialmente en China en octubre de 2020, pero que ha sido aplazada varias veces, y que ahora se llevará a cabo en agosto.
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