

En el nombre del padre, Usyk seguirá en el ring por Ucrania (entrevista AFP)
Heredero del "espíritu de lucha" de su padre, el icono del boxeo ucraniano Oleksandr Usyk señaló a la AFP que seguirá en activo "un poco más" para poder brindar "apoyo económico" al ejército y a los civiles, además de intentar proclamarse de nuevo campeón mundial de los pesos pesados.
Usyk, de 38 años, quien posee todos los cinturones excepto el de la FIB (Federación Internacional de Boxeo), que pertenece a Daniel Dubois, convive con la guerra desde que Rusia invadió Ucrania a finales de febrero de 2022, causando muerte y destrucción entre sus compatriotas.
Sus hazañas —dos memorables victorias contra el británico Tyson Fury, además de otras contra Anthony Joshua y Dubois— ayudan a levantar la moral de su pueblo.
En una larga entrevista, Usyk destacó que su padre Oleksandr, quien luchó en el ejército soviético, fue la influencia fundamental en su carrera.
El púgil se siente inspirado por "los héroes del pasado y los héroes modernos ucranianos que ahora defienden nuestra patria en las fuerzas armadas".
"Representar a Ucrania en el escenario deportivo mundial, difundir la verdad sobre la guerra y brindar apoyo económico a nuestro ejército y a los civiles es también es una poderosa motivación para mantenerme en el boxeo profesional un poco más", explica.
"Me encantaría intentar convertirme nuevamente en el campeón mundial indiscutido", advierte.
- Fury, "el más duro" -
Usyk dice que Fury es el oponente más duro al que se ha enfrentado "por el momento" y agregó que espera que el impredecible británico regrese al boxeo, aunque quizás "en un papel diferente".
El ucraniano puede agradecer a su padre su extraordinaria resistencia en los brutales combates con Fury y también en dos ocasiones con Joshua. Se mantiene invicto como profesional con 23 victorias, incluyendo 14 por KO.
El padre de Usyk fue herido dos veces luchando para el ejército soviético durante la ocupación de 10 años en Afganistán, de 1979 a 1989.
"Mi padre era un hombre duro, sin duda", dice Usyk: "Me enseñó una disciplina de hierro, pero también me enseñó a creer en mí mismo. Fue el primero en decirme que me convertiría en campeón, cuando nadie más lo creía, y todos lo miraban como si estuviera loco".
- 'Dolor de madres' -
Su padre, a quien Usyk recuerda con pesadillas en las que llamaba a antiguos camaradas que habían muerto en Afganistán, vivió lo suficiente para ver a su hijo coronarse campeón olímpico de peso pesado en Londres-2012.
"Heredé su espíritu de lucha, aunque nunca me compararía a los verdaderos guerreros que ahora están defendiendo a Ucrania en las líneas del frente", explica. "Ellos son los verdaderos luchadores, los verdaderos héroes".
La admiración es mutua, ya que algunos de los heridos en el conflicto, incluidos soldados que habían perdido extremidades, viajaron para ver su revancha ante Joshua en agosto de 2022.
Usyk ha llorado al hablar de su padre en el pasado y sobre todo cuando colocó la medalla de oro olímpica en su mano sin vida -falleció justo después de que el púgil regresara de Londres-.
Sin embargo, después de vencer a Fury por puntos en la revancha de diciembre pasado en Riad, dedicó la victoria a su madre Nadiia y "a todas las madres ucranianas".
"En Ucrania, probablemente no hay nadie que no haya perdido a alguien debido a la guerra", recuerda.
"Como padre, entiendo de todo corazón el dolor de las madres que pierden a sus hijos. Esto no debería estar sucediendo en el mundo moderno. Por eso debemos hacer todo lo posible no solo para terminar la guerra, sino también para asegurarnos de que nunca vuelva a suceder", relata.
Tras su último triunfo frente a Fury, Usyk levantó un sable que perteneció al líder ucraniano del siglo XVII Ivan Mazepa.
- Apoyo económico -
"Es crucial mostrar que Ucrania no es Rusia, que es una nación con una historia de 300 años de resistencia al Imperio Ruso, sin importar qué nombre haya tomado en diferentes periodos históricos", expone.
Usyk fue disuadido de unirse al ejército al inicio de la guerra, pero ha sido generoso con sus aportaciones económicas.
Contribuyó con gran parte de los fondos para reconstruir la casa de Oleksiy Dzhunkivskyi, un buen amigo y excompañero de equipo que fue asesinado a tiros por las fuerzas rusas en Irpin, un suburbio de Kiev.
"En los últimos tres años, mi fundación ha recaudado millones de euros de varios donantes para apoyar al ejército, los esfuerzos de reconstrucción y proyectos humanitarios", explica.
Sobre su carrera, Usyk cree que no se puede hacer una evaluación general hasta que cuelgue los guantes. "Creo que es demasiado pronto para resumir mis logros en general", concluyó.
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