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Muere el sueco Kurt Hamrin, último superviviente de la final del Mundial-1958
Muere el sueco Kurt Hamrin, último superviviente de la final del Mundial-1958 / Foto: Staff - Scanpix Suecia/AFP/Archivos

Muere el sueco Kurt Hamrin, último superviviente de la final del Mundial-1958

El exinternacional sueco Kurt Hamrin, último superviviente de la final del Mundial-1958 ganada por el Brasil de un joven Pelé, falleció a los 89 años cerca de Florencia (Italia), anunció este domingo la Fiorentina, uno de sus antiguos clubes.

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"El presidente Commisso y su familia, la dirección del club y toda la Fiorentina se unen al dolor de la familia y del mundo del fútbol por la desaparición de Kurt Hamrin, leyenda del fútbol y de la Fiorentina", indicó el equipo de Florencia en un comunicado.

"El fútbol sueco ha perdió a uno de sus grandes jugadores", escribió por su parte la Federación Sueca de Fútbol en su sitio en internet.

"No son simplemente su palmarés, sus goles, sus pases y su implicación en el extremo derecho los que hicieron de 'Kurre'+ una leyenda que nunca hemos olvidado. Fue un jugador leal y una figura popular en todos los clubes por los que pasó", añadió el organismo.

Formado en el AIK, Hamrin llevó a cabo gran parte de su carrera en el fútbol italiano, en la Juventus (1956-1957), el Pádova (1957-1958), la Fiorentina (1958-1967), el AC Milan (1967-1969) y el Nápoles (1969-1972), antes de regresar a su país para jugar unos últimos meses en el IFK Estocolmo.

Con 190 goles, es el noveno máximo anotador de la historia de la Serie A.

Apodado en Italia 'Uccellino' ('pajarito'), por su agilidad y rapidez, Hamrin ganó una liga italiana (1968), una Copa de Europa (1969) y una Recopa (1968) con el Milan, además de otra Recopa con la Fiorentina en 1961.

Internacional con Suecia en 32 ocasiones, marcó 17 goles con la camiseta auriazul, cuatro de ellos en el Mundial de 1958, uno de ellos memorable tras un eslalon entre la defensa alemana en semifinales (3-1).

En la final disputada en Estocolmo, el equipo anfitrión perdió 5-2 frente a un Brasil en el que marcó uno de los goles un joven prodigio de 17 años llamado Pelé.

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