España jugará su primera final de un Mundial femenino tras vencer 2-1 a Suecia
España selló su clasificación a la final del Mundial femenino, la primera de su historia, en un electrizante cierre de su partido contra Suecia, a la que venció 2-1 con goles anotados en la recta final del duelo.
La atacante Salma Paralluelo puso a ganar a España al minuto 81 con un disparo de derecha tras un centro de Jennifer Hermoso.
Rebecka Blomqvist empató al 88 pero un minuto después, la lateral izquierda Olga Carmona devolvió la ventaja a las españolas, en un dramático cierre del partido.
"La Roja" se convirtió en finalista tras una brillante campaña en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, dejando en el camino a rivales como Países Bajos y Suecia, tercera en el ranking FIFA, que llegaron a Oceanía con cartel de favoritas a levantar la copa.
La otra selección finalista se definirá el miércoles en Sídney entre Australia e Inglaterra.
El partido se disputó en el Eden Park de Auckland, el más grande escenario deportivo de Nueva Zelanda, con más de 43.000 asistentes en las gradas.
Las seleccionadas españolas estallaron en júbilo con abrazos y gritos de alegría, mientras las suecas se tendieron al piso y lloraron al ver desaparecer su sueño de disputar la final.
Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, las principales figuras de España, jugaron juntas desde el comienzo del partido, algo que ha sucedido poco en el Mundial porque Alexia venía saliendo de una grave lesión de rodilla.
Sin embargo, la pieza clave en el engranaje del técnico Jorge Vilda volvió a ser Teresa Abelleira, encargada de marcar la pausa y darle equilibrio al medio campo español.
Una ordenada defensa sueca comandada por Amanda Ilestedt y Magdalena Eriksson impidió las combinaciones del tridente ofensivo español, mientras en ataque, Stina Blackstenius y Kosovare Asllani mantenían ocupada a la parte baja hispana.
- Putellas vigilada -
La vigilancia de la sueca Filippa Angeldal era especialmente severa sobre Putellas, quien encontró poco espacio para hacer su fútbol.
Así, recayó en Bonmatí la generación de acciones ofensivas para las de rojo.
España tuvo mejor posesión de balón a lo largo del primer tiempo, pero terminó sufriendo en el cierre al conceder dos saques de esquina consecutivos, una de las armas más letales de las "Blagult" (azul y amarillo).
Tras un arranque lento en el segundo tiempo, Vilda sustituyó a Putellas por la veloz Paralluelo, cuyas corridas dinamizaron el ataque español.
Sin embargo, las suecas se veían más sueltas en ataque mientras las españolas luchan por mantener su juego de posesión y pasabola.
Y cuando parecía que el partido se iría a tiempo de alargue, cayeron los tres goles que definieron el encuentro a favor de España, con su histórico pase a la final.
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