Ancelotti, el "liderazgo tranquilo" para buscar el 'hexa' de Brasil
Aunque decía que el Real Madrid podía ser su último trabajo, Carlo Ancelotti se dejó seducir por el sueño de ganar el hexacampeonato con Brasil, adonde llevará el "liderazgo tranquilo" que lo ha hecho ganar montañas de títulos y el cariño de propios y extraños.
El legendario entrenador italiano sigue con fuerzas a sus 64 años para asumir un reto acompañado de una presión gigantesca: la Seleção no alza un Mundial desde 2002, y el desinterés de los brasileños por su equipo nacional ha aumentado.
¿La forma de recuperar la atención de una sociedad de fino paladar futbolístico, golpeada además por los triunfos recientes de su archirrival, la campeona del mundo Argentina?
Contratar para el camino hacia Estados Unidos, Canadá y México-2026 a un DT que ostenta 26 títulos, entre ellos gestas únicas: cuatro Liga de Campeones y las cinco grandes ligas de Europa.
El italiano tendrá su estreno en la Seleção en la Copa América 2024, que se disputará en Estados Unidos, una vez finalice su contrato con los merengues. Hasta ese entonces, el brasileño Fernando Diniz estará sentado en el banquillo como entrenador de Brasil.
"Fuimos a buscarlo por sus conquistas y por ser una persona digna", dijo recientemente el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, a la cadena beIN Sports.
El fichaje de 'Il Mister' era un viejo anhelo de Rodrigues para reemplazar a Tite (2016-22), quien en 2014 viajó a Madrid para encontrarse con el europeo y actualizar sus conocimientos.
En la tierra de Pelé, el entrenador presentará sus números incontestables junto a la base humana en la que ha cimentado su éxito: el "Liderazgo tranquilo", nombre del libro, publicado en 2016, en el que explica su filosofía de trabajo.
"Tu trabajo no es motivar a los talentos –ellos deben encontrarlo en su interior–, tu trabajo es no desmotivarlos", afirma.
- "Un oso de peluche" -
Nacido en Reggiolo, en el norte de Italia, desde sus tiempos de pantalones cortos y laborioso centrocampista estuvo rodeado de grandes figuras, especialmente en el AC Milan (1987-92), de Arrigo Sacchi.
En aquel equipo de época, donde alzó dos Champions (1989 y 1990), ya se le reconocía su presencia tranquilizadora en la cancha y el vestuario. El exdefensor Paolo Maldini lo definió como un "oso de peluche".
"Cada vez que estás con él sientes que es una persona calmada, que controla sus emociones y sentimientos", dijo Pep Guardiola, su rival en Europa.
Poco después de colgar los botines, en 1992, Sacchi lo sumó como asistente técnico en la selección italiana que perdió en penales la final del Mundial de Estados Unidos-1994, justamente contra el Brasil de Romário.
Tras el subcampeonato, comenzó en solitario su exitosa carrera como entrenador, que lo llevó por Reggiana, Parma, Juventus, AC Milan y Nápoles en Italia, Chelsea y Everton en Inglaterra, PSG en Francia, Bayern Múnich en Alemania y el Madrid, donde firmó su paso más laureado (diez títulos).
En un balompié en el que las revoluciones tácticas y la figura del entrenador se han tornado más relevantes, Ancelotti ha apelado al valor de lo simple como arma de triunfo.
- El "mejor del mundo" -
Y a su excelso manejo de grupo, que en Brasil le será útil para lidiar con las recurrentes lesiones y polémicas del astro Neymar, en caso de que el '10' opte por seguir su carrera internacional.
"En el fútbol ya está todo inventado, no hay secretos. Al final ser sencillo es lo mejor", dijo a Fox Sports el año pasado.
A casi tres décadas de estrenarse en los banquillos, el canoso de la ceja indomable y "amigo" de sus jugadores conducirá por primera vez a una selección.
Los pentacampeones no le son ajenos del todo. Aparte de arrebatarle el título mundial en 1994, varios brasileños fueron piezas claves de sus equipos.
Kaká, último Balón de Oro de Brasil (2007), lo ayudó a obtener cinco trofeos en el Milan, y Vinicius Jr, Rodrygo y Éder Militão otros seis en su segunda estancia por Madrid, iniciada en 2021.
"Es el mejor técnico del mundo", dijo Vini, a quien Ancelotti protegió de ataques racistas y pulió hasta convertir en uno de los mejores futbolistas de la actualidad.
El desafío de alcanzar la gloria con el 'scratch' postergó su deseo de retirarse para pasar más tiempo con su segunda esposa, Mariann Barrena, y nietos. Su hijo Davide, asistente en los merengues, sigue sus pasos.
Amante de la buena gastronomía y del vino, y dueño de un humor fino, Ancelotti rehúsa catalogar de malogro los reveses en el deporte y la vida.
"Cuando estás con la consciencia tranquila por haber intentado hacerlo lo mejor, nunca será un fracaso", sostiene.
Pero en Brasil, el más veces campeón del mundo, cualquier cosa distinta a un título mundial no sirve.
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