La tensa relación entre la prensa francesa y la triunfante Agrupación Nacional
Tras décadas de tensiones, la relación entre los medios de comunicación franceses y el partido de ultraderecha Agrupación Nacional, favorito para las elecciones legislativas anticipadas, se han ido normalizando, a medida que el peso electoral de la formación iba en aumento.
Es un proceso "prácticamente terminado, aunque hay periódicos que mantienen una especie de cordón sanitario" frente al partido, explica Fabrice d'Almeida, historiador de medios de comunicación.
Lo cual no impide que algunos medios de prensa se muestren hostiles ante la lenta pero imparable subida electoral del partido que fue fundado por un declarado ultraderechista, Jean Marie Le Pen, en 1972.
Jordan Bardella, presidente del RN, obtuvo un histórico resultado electoral en las elecciones europeas, y fue el candidato más citado en los medios de comunicación durante la campaña, según la Fundación Jean Jaurès.
Según esa fundación de izquierdas, fue mencionado en un 20% de las noticias televisadas sobre la campaña en abril.
La cobertura de los actos del RN se inscribe en una pugna mediática histórica entre la izquierda y la derecha en Francia, con acusaciones mutuas.
Según un estudio realizado en febrero por el instituto liberal Thomas More, en los medios públicos franceses un 25% de los invitados eran de tendencia de izquierdas, frente al 4% de derechas (y un 50% sin afiliación declarada).
- El cambio profundo de 2002 -
"A partir de 2002 la comunicación del partido (RN) ganó peso", explica d'Almeida. Fue con la llegada de Jean Marie Le Pen a la segunda vuelta de la elección presidencial frente a Jacques Chirac, un acontecimiento político que fue vivido como un auténtico seismo.
Toda Francia se movilizó contra esa posibilidad de que un político ultraderechista pudiera llegar al Elíseo.
Pero dos décadas después, la subida del RN, transformado totalmente por la hija del fundador, Marine Le Pen, demuestra que a pesar del cordón sanitario, el discurso del partido sobre los problemas de la sociedad francesa acabó encontrando un gran eco.
Paralelamente, el paisaje mediático francés se ha ido transformando, con la creación poco a poco de todo un imperio conservador de la mano del multimillonario Vincent Bolloré (CNews, JDD, Europe 1...).
La cadena televisiva CNews, tildada por sus detractores de ser una caja de resonancia de la extrema derecha y los populismos, se convirtió en mayo en la primera cadena de información en continuo, con un 2,8% de la audiencia televisiva total.
En 2016 su personal se había declarado en huelga, tras la compra de Bolloré de la emisora.
Por su parte a principios de junio, todos los partidos opositores al presidente Emmanuel Macron protestaron conjuntamente ante el organismo regulador público por considerar que el presidente abusó de su tiempo en antena, con varias entrevistas e intervenciones públicas.
Desde 2002, el RN ha ido adoptando una estrategia de "mostrarse responsable", de "distinción" ante el electorado y la prensa.
Con algunas querellas que recuerdan a los tiempos del jerarca Le Pen: por ejemplo, con el programa "Quotidien" de la cadena TMC.
Su productor, Laurent Bon, aseguró en marzo ante una comisión parlamentaria que el RN "prohíbe desde hace años a nuestros periodistas el acceso a sus reuniones públicas", a veces incluso empleando "la violencia física".
Uno de los tenores del RN, Thomas Menagé, acusó a su vez a "Quotidien" de ser "el único programa que asume excluir a una parte del espectro político" francés con el rechazo a invitar a sus representantes.
Otros medios de comunicación ostentan claramente su compromiso sin ambigüedad contra el partido de Marine Le Pen, como Mediapart.
"El compromiso contra la extrema derecha forma parte de nuestro ADN", explica Carine Fouteau, presidenta de este sitio de periodismo de investigación.
Mediapart se precia de investigar regularmente al RN, pero rechaza invitarlo a sus emisiones.
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