Loewe opta por el humor, Hermès por la sobriedad en la Semana de la Moda masculina de París
La marca española Loewe sacó a relucir el humor en su desfile de moda masculina este sábado, con vestidos de cuero atados por debajo de la cintura, y la francesa Hermès protagonizó un desfile más solemne, con colores sobrios.
Ambas casas de lujo, nacidas en el siglo XIX en torno a la marroquinería, cultivan un mismo tipo de clientela aseada, pero su propuesta esta temporada es bien distinta.
De la mano de Véronique Nichanian, Hermès se propone en el próximo otoño e invierno como la marca del hombre activo y urbano que no quiere renunciar a lo chic.
Los jerséis son de alpaca, los abrigos no pierden la forma ni el talle.
El norirlandés Jonathan Anderson, director artístico de Loewe, ha conseguido en cambio llevar a la marca, un ícono de la tradición peletera durante más de un siglo y medio, por rumbos mucho más artísticos y atrevidos.
Para Anderson, la cazadora de cuero negro tipo motorista simplemente se transfigura en un enorme pantalón, con el mismo tipo de cremalleras plateadas.
Otros pantalones son más clásicos, pero llevan un "semicinturón", es decir, una lengua de cuero que arranca de la etiqueta Loewe en la parte posterior de la prenda. La hebilla flota suelta en la parte delantera.
Paleta de colores sobrios en Hermès, del negro y marrón oscuro a ciertos toques de azul grisáceo en un chaleco y apenas un verde manzana en cazadoras y jerséis.
Las bolsas de cuero, enormes, listas para el cliente que viaja incesantemente.
- Colaboración con Richard Hawkins -
En Loewe, Anderson presenta un traje de lana gris, de raya diplomática, impecable en el corte, pero cuyos pantalones son embutidos en calcetines blancos, y estos a su vez en zapatillas de skater.
Luego hay pulóveres de verde pistacho, pantalones amarillo limón.
"Las prendas (de ropa) están unidas unas a otras: zapatos a calcetines, calcetines a pantalones, pantalones a chaqueta o abrigo, cinturón a la cintura; en un intento sardónico de imponer, en lugar de proponer, una mirada, muy parecida a lo que sucede en la realidad en la que todos vivimos", explicó la casa de moda en una nota de prensa.
La colección Loewe "tiene mucho que ver con la manera en que nos presentamos", explicó a la prensa el diseñador. "Quería reinterpretar las normas, pero haciendo algo de trampa", añadió.
Por su parte, Nichanian va paso a paso, el desfile de Hermès se va transformando y "la silueta vibra, animada por una efervescencia pop, lúdica", explica.
Pero los zapatos, encargados a la marca Pierre Hardy, son casi como zuecos, con tonos de rojo borgoña.
Loewe empieza con un golpe de efecto: un hombre ataviado con un vestido de cuero amplio, con un lazo gigantesco (también de cuero) por debajo de la cintura, y las piernas al desnudo.
Hermès y Loewe coincidieron sin embargo en un detalle: un escenario blanco para presentar sus colecciones.
Anderson mostró su colección bajo grandes cuadros digitales del artista Richard Hawkins, obsesionado con el desnudo masculino, como una reflexión sobre la sociedad actual y la celebridad. En la audiencia abundaban las estrellas de Hollywood.
Anderson pidió la colaboración de actores como Jamie Dornan ("Cincuenta sombras de Grey"), a los que encargó que se filmaran a sí mismos. El resultado fue editado digitalmente por Hawkins.
文-L.Wén--THT-士蔑報