La huelga de un periódico francés contra su nuevo director cumple 28 días y se enquista
La huelga que mantienen los trabajadores del dominical francés Le Journal du Dimanche (JDD) cumplió este jueves 28 días, sin visos de solución, ante el nombramiento de un nuevo director, Geoffroy Lejeune, proveniente de una revista de extrema derecha.
La huelga fue reconducida durante 24h por el 98% de los votantes, según un comunicado del comunicado de la Sociedad de Periodistas (sindicato).
Ya son cuatro domingos sin que aparezca el JDD, una institución de la prensa dominical francesa, fundado en 1948 y con unas ventas de unos 140.000 ejemplares.
El caso ha provocado la intervención de diputados de izquierda en el parlamento francés.
Legisladores de varios grupos de esa tendencia presentaron una iniciativa legislativa para obligar a cualquier medio de comunicación que reciba ayudas públicas a reformar sus códigos internos, para ampliar el derecho de veto de los periodistas.
Pero esta propuesta, que se une a la presentada la semana pasada por un senador socialista, requiere varios meses de debate.
"Esperamos que se resuelva nuestra situación antes", declaró a AFP uno de los portavoces de la redacción del periódico, Guillaume Caire.
Los periodistas de JDD rehúsan reunirse con Lejeune, director de redacción del semanario Valeurs Actuelles.
"Este fantasma de la extrema derecha que desembarca en nuestro semanario no es real", aseguró en una reciente entrevista con el diario le Figaro el patrón del grupo Lagardère, que controla tanto JDD como Valeurs Actuelles, Arnaud Lagardère.
La decisión de nombrar a Lejeune al frente del veterano JDD es puramente económica, para reanimar a un periódico cuya difusión bajó un 8% el año pasado, insistió el empresario.
- Actitud crítica -
La prensa escrita francesa, como en muchos otros países, sufre un constante descenso de ventas desde hace años.
Y el papel de villano, a ojos de las principales asociaciones de defensa de los periodistas, lo interpreta el magnate Vincent Bolloré, que está a punto de culminar la fusión de su gran conglomerado Vivendi precisamente con el grupo Lagardère que controla el JDD.
Para completar esa fusión, Vivendi debe ceder otras partes de su imperio.
Bolloré, de 71 años, es considerado un hombre cercano a los católicos tradicionalistas. Discreto, no se prodiga en los medios de comunicación, pero sus ambiciones en ese mundo no son ningún secreto.
Los medios de comunicación franceses afrontan la crisis de ingresos publicitarios y la competencia de las redes sociales de manera desigual.
La entrada de actores externos desequilibra a ese mundo, que no ha sufrido grandes revoluciones como supuso la aparición del emporio conservador Fox en el mundo anglosajón, hace casi tres décadas.
Para completar la fusión de Vivendi y Lagardère, Bolloré tuvo que ceder una de sus filiales, Editis, que fue asumida por otro magnate que intriga.
Se trata del checo Daniel Kretinsky, un inversor que ha ido penetrando en la prensa francesa, pero más bien de izquierdas.
Con 47 años, Kretinsky está presente en los consejos de administración del periódico Le Monde y de revistas como Elle o Marianne, y el año pasado habría ayudado a otro medio de comunicación de izquierdas en crisis, Libération, con un préstamo de 15 millones de euros (unos 17 millones de dólares).
文-L.Wén--THT-士蔑報