El juez progresista de la Corte Suprema de EEUU Stephen Breyer va a jubilarse
El juez progresista Stephen Breyer, de 83 años, dejará su cargo en la Corte Suprema de Estados Unidos antes de las elecciones de medio mandato, lo que permitirá al presidente Joe Biden nombrar a un sucesor en esta institución con gran poder.
El juez lleva casi 28 años en el puesto y prevé dejarlo al final del mandato actual, que termina en junio. Anunciará su decisión a la Casa Blanca en breve, informaron este miércoles varios medios de comunicación estadounidenses que citan a fuentes anónimas.
La portavoz de la presidencia, Jen Psaki, dijo en un tuit que "no tiene detalles o informaciones" y recalcó que son los jueces de la Corte Suprema quienes deciden cuándo quieren irse y "lo anuncian como mejor les parece".
La Corte no respondió a las preguntas de la AFP al respecto.
Pero el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, dijo que puede organizar "rápidamente" una audiencia de confirmación para su sucesor.
Stephen Breyer, un magistrado brillante, lleva meses bajo presión de la izquierda para que renuncie antes de las elecciones de medio mandato de noviembre en las que los demócratas corren el riesgo de perder el control del Senado.
La Constitución de Estados Unidos establece que los nueve jueces del Tribunal sean nombrados de por vida por el presidente y confirmados por la cámara alta del Congreso.
Y los republicanos no ocultan que podrían bloquear a un candidato elegido por Biden si recuperan la mayoría en el Senado, como hicieron en 2018 cuando Barack Obama intentó cubrir un puesto vacante por el fallecimiento de un magistrado.
- Una jueza negra -
Por el momento Breyer se ha negado a revelar sus intenciones, limitándose a decir que "no tenía la intención de morir en la corte". Si se confirma su renuncia, una mujer negra debería, por primera vez en la historia, entrar en el templo del derecho estadounidense.
El presidente demócrata, elegido gracias a los votantes negros, prometió que si tuviera la ocasión nombraría a una afroestadounidense para la Corte Suprema. El nombre de la magistrada Ketanji Brown Jackson, de la corte federal de apelaciones de Washington, y el de Leondra Kruger, jueza de la Corte Suprema de California, son los que más suenan para el cargo.
Los nombramientos para la Corte Suprema, que arbitra la mayoría de los principales temas sociales en Estados Unidos, han sido objeto de batallas políticas desde hace unos años.
Durante su mandato, el republicano Donald Trump hizo entrar a tres jueces, de un total de nueve, lo que ancló firmemente a la institución en el conservadurismo. Su influencia se ha notado desde septiembre, con un fuerte giro a la derecha.
El templo de la ley ha invalidado la vacunación obligatoria en las grandes empresas decretada por Biden y parece encaminado a reconsiderar el derecho al aborto, ampliar el derecho a llevar armas o desmantelar algunos reglamentos medioambientales.
Aunque la sustitución del juez Breyer no cambie el equilibrio en la Corte, el anuncio de su probable partida ha generado un revuelo en Washington.
El senador republicano Lindsey Graham ha insinuado que ningún miembro de su partido apoyará al futuro candidato de Biden. Su colega demócrata Dick Durbin espera que el próximo juez "aporte diversidad, experiencia y un enfoque equilibrado de la justicia" a la Corte.
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