Víctima de torturas en Filipinas revive horror ante ascenso de hijo de exdictador
La campaña electoral de Ferdinand Marcos hijo a la presidencia de Filipinas tiene horrorizada a Loretta Rosales, quien recuerda la pesadilla que vivió cuando se enfrentó al brutal gobierno de su fallecido padre.
Torturada y violada por soldados del exdictador Ferdinand Marcos durante una ley marcial en los años 1970, la exprofesora de historia de 82 años contó a la AFP su temor de que la historia se repita.
"No quiero que esto le vuelva a suceder a mi gente", comentó Rosales, una activista convertida en política que pidió a las autoridades impedir la candidatura de Marcos, apodado "Bongbong", en las elecciones del 9 de mayo.
Teme que sea como su padre, quien cerró el Congreso y otras instituciones democráticas, así como medios de prensa, y gobernó por decreto.
Bongbong, de 64 años, es el claro favorito en las encuestas y su campaña se mantiene alejada de los crímenes de la dictadura de su padre, y más bien pregona la unidad y la definición de un mapa para salir de la pandemia.
Amnistía Internacional estima que las fuerzas de seguridad del exhombre fuerte mataron, torturaron, abusaron sexualmente, mutilaron y detuvieron arbitrariamente a 70.000 opositores, según su vicepresidenta filipina, Aurora Parong.
Rosales participó en protestas callejeras en su época de activista con la Liga Humanista, un grupo alineado con el Partido Comunista Filipino, la única oposición seria luego de que Marcos aplastó a la mayoría de sus rivales.
En 1976 fue arrestada y llevada a una casa de detención no identificada, dijo la exprofesora. Le vertieron cera ardiente en los brazos, la torturaron con agua y asfixiaron con un cinturón.
Sus abusadores le aplicaron descargas eléctricas en los dedos de manos y pies, que la hicieron temblar descontroladamente, y la desnudaron, relató a AFP.
"Comenzaron a tocar canciones de protesta que cantábamos en las marchas para mofarse, para deshumanizarte", narró.
Según Rosales, sus torturadores querían que ella los llevara a Jose Maria Sison, fundador del Partido Comunista que había comenzado a librar una insurgencia armada maoísta, así como a sus colegas activistas.
- "Política de alcantarilla" -
El candidato Marcos ha minimizado o desestimado las estadísticas de abusos cometidos bajo el gobierno de su padre.
"Yo no sé cómo ellos (Amnistía) obtienen esos números y no los he visto", dijo en una entrevista con una televisión transmitida el 25 de enero.
"Pidámosle a Amnistía Internacional compartir la información que tiene y tal vez nos ayude a asegurar que el sistema funciona y que los abusos ocurridos no vuelvan a ocurrir", comentó.
Consultado sobre la denuncia específica de Rosales, el portavoz de Marcos, Vic Rodriguez, dijo a AFP: "Otra vez doña Etta Rosales, promoviendo sus mentiras para impulsar la política de alcantarilla de su grupo".
El gobierno filipino reconoció los abusos en un acuerdo de 2013 que otorgó 9.800 millones de pesos (190 millones de dólares) en reparaciones a más de 11.000 víctimas entre 75.000 denunciantes.
El acuerdo citó "el heroísmo y sacrificios de todos los filipinos que fueron víctimas de ejecuciones sumarias, torturas, desapariciones u otras graves violaciones de derechos humanos".
Los pagos se financiaron con casi 700 millones de dólares que el exdictador mantuvo en cuentas secretas en Suiza, los cuales fueron entregados a Manila en 1995 luego de que las autoridades determinaron que el dinero fue saqueado de las arcas filipinas.
Rosales dijo que sus abusadores eran "agentes" en traje civil que vigilaban a grupos anti Marcos. Algunos incluso se inscribieron en las clases que ella daba en una universidad de Manila.
Luego de su tortura, fue trasladada a una prisión militar y liberada un mes después.
Fue electa diputada en 1998, cuando uno de sus torturadores, un exparamilitar, también obtuvo un escaño legislativo.
Ella dijo que el hombre, ya fallecido, siempre negó haber participado en los abusos.
En 2010 encabezó la independiente Comisión de Derechos Humanos del gobierno, un año después de que Filipinas prohibió la tortura y "otros tratos o castigos crueles, inhumanos y degradantes".
- Voto masculino -
Según la Comisión Electoral, 56% de los filipinos inscritos para votar este año nacieron después del fin de la ley marcial.
Las encuestas proyectan que un electorado mayoritariamente de hombres jóvenes llevarán a Bongbong al palacio presidencial de Malacanang, 36 años después del alzamiento que puso fin al gobierno de dos décadas de su padre y envió a su familia al exilio en Estados Unidos.
Rosales cree que la familia Marcos es responsable de la campaña por borrar los pecados del patriarca de la conciencia popular, luego de que se les permitió volver al país tras su muerte en Hawai en 1989.
"Están promoviendo la idea de que la revolución de poder popular arruinó la obra de su padre, así que eso va a continuar y es lo peor que puede ocurrir", afirmó.
Rosales citó una condena de décadas atrás por no declarar impuestos como una justificación para descalificar la candidatura de Marcos, pero su solicitud fue descartada por "falta de mérito".
Para Rosales y Parong, de Amnistía, el ascenso de Bongbong es obligar a las víctimas de la tortura a revivir su calvario.
"No queremos otra ley marcial", expresó Parong.
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